domingo, abril 21, 2013


El Crucito, Tierralta, Córdoba
Amenazas, hostigamientos, intimidaciones y operativos de inteligencia del Ejército contra campesinos
Por: Camilo Raigozo. Notimundo 

Una decena de organizaciones campesinas defensoras de derechos humanos de varias regiones del país denunciaron el incremento de las amenazas, hostigamientos, intimidaciones y labores ilegales de Inteligencia, por parte de la Fuerza de Tarea Conjunta Nudo de Paramillo, del Ejército Nacional, contra el campesinado del corregimiento El Crucito.

La Asociación Campesina para el Desarrollo del Alto Sinú, Asodecas y al menos otras 20 organizaciones nacionales e internacionales, conjuntamente con las comunidades de El Crucito, atribuyen el incremento de los abusos de la Fuerza Pública, a la realización en esta localidad de una acción humanitaria los días 26 y 27 de este mes.

“Asodecas, viene recibiendo por parte de la Fuerza Pública una serie de hostigamientos,  amenazas y bloqueos,  con el fin de no permitir el desarrollo de la Acción Humanitaria, la cual fue convocada desde los primeros meses de este año con el fin de visibilizar la grave crisis humanitaria originada por el aumento de las hostilidades, la persecución y las constantes violaciones a los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario en esta región”, dice la denuncia.

La Oficina en Colombia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ha instado infructuosamente al Ministerio de Defensa a cesar las acciones de abuso e intimidación del Ejército Nacional al realizar registros fotográficos y de video de reuniones de la población civil.

El pasado sábado 20 de abril, tropas de la Brigada Móvil 24, adscritas a la Fuerza de Tarea Conjunta Nudo de Paramillo, bajo el mando del sargento Gómez y  del cabo Monzón, se acantonaron dentro del caserío El Crucito y están fotografiando, filmando e intimidando  a los pobladores y a integrantes del  equipo que prepara la Acción Humanitaria.

Dado que las fotografías y filmaciones derivan en asesinatos selectivos, desapariciones forzadas o en montajes judiciales, las comunidades y sus organizaciones responsabilizan directamente al Ejercito Nacional, de lo que le ocurra a cualquier integrante de la comunidad o de alguna de las  personas que preparan y organizan la Acción Humanitaria y por la sistemática violación de derechos humanos.

El pasado 16 de abril fue asesinado el líder campesino Dairo Luis Espitian, en la vereda la Iguana, jurisdicción de  Tierralta. El cuerpo fue encontrado con signos de tortura y su familia ha sido amenazada por ofrecer información del crimen. El líder había sido fotografiado y filmado en varias ocasiones por miembros de la Fuerza Pública.

En una acción conjunta entre el Ejército y la alcaldía del municipio de Tierralta para sabotear la acción humanitaria, convocaron a la población a un acto cívico-militar que realizarán simultáneamente en El Crucito el 26 de abril, actividad que infringiría de manera grave el Derecho Internacional Humanitario.

El 18 de abril anterior, en el casco urbano de Tierralta, tres jóvenes que hacen parte del comité animador de la Acción Humanitaria, fueron detenidos arbitrariamente por agentes de la Policía, bajo el mando del mayor Cuervo, cuando se encontraban instalando pasacalles y afiches que invitaban a la población de este municipio a sumarse a la Acción Humanitaria programada para los días 26 y 27 de abril.

Los policías argumentaron que la Acción Humanitaria era ilegal y que estaban decididos a impedir que se difundiera información de esta.

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